He vuelto.
A veces uno encuentra tesoros en los sitios más inesperados. Escondido, en una estúpida librería de libros sin sentido encontré "Lo difícil". Aquí dejo un pedacito.
Leerlo esperando la puesta de sol en el mirador de San Francisco el Grande, lo hizo aún más inolvidable.
"Hemos aprendido lo difícil:
a ser inexactos y amarnos,
a mentir por un puñado de nada con los ojos abiertos,
la manera, digo, de no tener un cuerpo dócil
ni un presente pactado que se pudra
con este olvido recíproco.
Sé cómo no tener madre nin sueño,
en qué lugar perder el equipaje,
cómo hacer, los dos, que florezca un beso
o un alma nueva entre el montón de días que nos separan,
y de qué forma huir de las rebajas,
esconder un invierno
o atar con palabras un trozo de esperanza inútil.
Pero no podemos inventarlo todo:
sólo las maneras de morir y de poner el hule,
la distancia en que equivocar el tiempo,
los agujeros continuos de cada bolsillo,
el vacío
del congelador o de una tarde si salimos
a la vida a ver qué pasa.
Sólo la forma de amarnos decidida en un poema,
la huida fingida de una duda,
el destrozo violento de la desilusión,
el complejo
de no entender qué ocurre tras las puertas
si no suena el timbre.
Hemos aprendido lo difícil:
tampoco esto es bastante para sobrevivir".
"Lo difícil" de Modesto Ballesteros
Colección Visor de Poesía