martes, 23 de octubre de 2007

Volar

Uno puede inventarse una vida a su medida y así poder soñar e imaginar cualquier cosa. Tiene sus riesgos, al final uno tiene la sensación de no enterarse de nada, pero si le quito la purpurina rosa todo resulta más corriente, más aburrido.
Desde hace tiempo alguien me escribe cartas todos los días, no me escribe a mi pero a mi me gusta pensar que sí. Me cuenta historias de amor, me explica cosas para que las entienda, me cuenta sus recuerdos, y esta vez me mandó una canción. Es tan bonita que se la voy a pedir prestada, espero que no se moleste, seguro que no*



"Yo quiero vivir con amor
Con mi gente abajito del sol
Con las olas y el amanecer
Como un niño jugando otra vez
Sin para de correr después"

sábado, 20 de octubre de 2007

Whisky in the jar

Demasiado pelo en la cabeza para mantenerlo ordenado, un pendiente de pirata y una nariz cargada de historias.Esta es un preciosa canción unida a un bonito recuerdo.


Whisky in the jar.Thin Lizzy.

jueves, 18 de octubre de 2007

La ascensión del Gran Mal

Volví al fnac con algo de dinero en mis bolsillo y abrí un comic que luego no pude dejar de nuevo en la estantería. Tal vez haya gente que siga pensando que los comics son una tontería, una cosa de niños. No pretendo cambiar a nadie de opinión, sólo que hay veces que con pocas palabras y unas cuantas imágenes el comic te hace sentir algo tan especial que no puede compararse a un libro, ni siquiera a un buen libro, los comics son otra cosa. A veces son como la esencia del amor o de la magia, o de los sueños y entonces los abres y te zambulles, y sientes y la verdad es que en ese momento te hacen ser feliz. Alguien dijo que se puede ser feliz con muy poco. Supongo que sí pero a veces uno no se da cuenta.
Ahí dejo el Prefacio de La Ascensión del Gran Mal de David B.Su sinceridad y su pureza me hizo llorar y pensé que sería bonito tenerlo aquí.

París, 2 de octubre de 1996

Querido David:

Me has pedido a mí, a tu hermana pequeña, que escriba este prefacio. He aceptado sin dudarlo, adulada y conmovida. Y es que amo profundamente lo que has conseguido.Has transportado a las viñetas de este álbum las sombras de nuestra infancia. Yo no soy como tú, no tengo esos recuerdos tan densos y extensos. Mi memoria es como la pepita de una fruta , compacta y oscura, que contiene todo mi saber. La única certeza de mi vida es la enfermedad de Jean- Christophe: la epilepsia del gran mal. Por otra parte, es algo que no deja de ser curioso, ya que siempre me la imaginé como una poderosa pepita alejada en los meandros de su cerebro.

Tú siempre le diste gran importancia al detalle exacto, al reconstrucción fiel. Recuerdo toda la documentación histórica que acumulabas en tu cuarto y que te servía para reproducir en tus dibujos el traje de un soldado, la gualdrapa de un caballo...Cuando eras pequeño, querías ser "profesor de historias". Lo has conseguido.

A veces, alguien me pregunta: "¿Cómo está tu hermano?"

"Bien, está bien...", digo y paso a enumerar una serie de datos sobre lo que hacer, sobre tus proyectos, sobre tus amores. Es entonces cuando mi espíritu se divide y respondo a esta pregunta en mi interior, refiriéndome a mi OTRO hermano. Pero nadie conoce a mis dos hermanos, y mi segunda voz queda estrangulada a medio camino entre el corazón y la garganta.

Quisiera hablar de nosotros. De nosotros tres. Éste es el recuerdo que me es más querido: haz memoria, estábamos en Bourges, en casa de los abuelos. Los tres dormíamos en el mismo cuarto. Jean- Christophe junto a la puerta, tú a su izquierda y yo en la cama pequeña al lado del armario. Tito, Fafou y Sicoton.

Apenas apagaba la luz, aterrizábamos en el planeta Marte y cada uno describía lo que veía: seres extraordinarios, monstruos a los que hacíamos huir... porque éramos grandes cazadores. Desvariábamos en voz baja formando un coro fraternal e infantil. Acabábamos con gigantescos banquetes de muslos de dinosaurio y sandías gigantes , antes de sumirnos embriagados en el sueño que terminaba con esa unión fugitiva y cristalina.

Y ya está. Tras todas nuestras epopeyas, me he convertido en personaje de historieta y maestra de escuela. A veces, me cruzo con niños que se nos parecen.

martes, 16 de octubre de 2007

Mi lista de la compra

Después de una visita fugaz por el Fnac y por La cárcel de papel y DDT, estas son mis conclusiones. En el momento en el que mi cuenta bancaria se recupere(a lo cual deberé esperar al mes que viene) salgo pitando para abastecerme de mi dosis mensual de Comic. Visto que el estudio reduce mis posibilidades de lectura a largo plazo, los Comics serán una vez más mi salvación, una pequeña isla entre mis aburridísimas y por otro lado insuficientes horas de estudio.
Ahí van, mi lista de los 5 más deseados.

Precio:14,25€.128 pag.

"Divertido y conmovedor al tiempo, Adiós, Chunky Rice de Craig Thompson es una meditación impresionante acerca de la amistad, la soledad y la pérdida, todo ello comunicado aprovechando la musicalidad del medio del cómic. Esta obra canta y baila, y lo mejor que el lector puede hacer es cantar y bailar con ella. Totalmente recomendable." Alan Moore


Precio:10,95€.102 pag.

"Por primera vez, Harvey Pekar(American Splendor)cuenta la historia de su infancia como hijo de unos inmigrantes judíos. A través de su tumultuosa adolescencia como tío duro de un barrio de Cleveland, sus desastrosas cuatro semanas en la Marina y las primeras etapas de su vida como escritor, esta novela gráfica, un tour de force, cuenta la historia universal de la búsqueda de uno mismo a través de las frustraciones, redenciones y complejidades de la vida cotidiana de un joven"

Precio:14,25€. 128 pag.

"¿Y cómo es un olvido, papá? ¿Tiene alguna forma en especial o es como un nadie?"
Las vidas de nueve personajes se entrecruzan a lo largo de nueve historias tejidas de diferentes maneras en torno a los olvidos. Nueve dibujantes aportan su particular estilo a esta obra coral que nos abre la puerta a un universo nuevo y sugerente: el de los olvidos y los seres que los gestionan".

Precio:21,85€.230 pag.

"La época Victoriana fue una era rica en avances tecnológicos y en aventuras. El fin del siglo XIX fue testigo de las últimas grandes expediciones, del nacimiento de la ciencia-ficción, de Sherlock Holmes y de miles de mitos que aún hoy sirven de inspiración a nuestros artistas. Pero junto al desarrollo industrial y cultural, los exquisitos caballeros y sus pudorosas damas también desarrollaron algo más: el morbo por la investigación criminal, y cuanto más terrible el crimen, con más emoción lo seguían a través de los periódicos. Rick Geary ha recopilado los más famosos crímenes Victorianos en una colección que aúna la rigurosidad periodística con un dibujo austero que casa perfectamente con aquella época de contrastes".

Precio:20€ 374 pag.

"Durante más de veinte años fue la musa del barrio parisino de Montparnasse. Alice Prin, a quien llamaban Kikí, posó para los mejores pintores desde los años 20 hasta los años 40, y se relacionó con los artistas más relevantes de aquella época: Picasso, Breton, Cocteau, Duchamp…
Kikí de Montparnasse no sólo es un excepcional retrato de una mujer apasionada, sino también el testimonio de una época: los Años Locos en Francia, en los que la gente trataba de olvidar la reciente guerra y de no pensar en la que se avecinaba…"

lunes, 15 de octubre de 2007

La absurda historia de un cepillo

Tu cepillo de dientes vive junto al mio dentro de una taza. Cuando dices que me dejas cojo tu cepillo y lo escondo en una caja, cuando dices que vuelves coloco tu cepillo en la taza, pero luego rápido me dices que te vas y el cepillo a la caja y vuelves y el cepillo en la taza y...
yo y mi cepillo nos hemos cansado de verte y de no verte*



Romeo, enfermo de amor, canta una serenata callejera
deprimiendo a todo el mundo con su canción de amor.
Encuentra una farola apropiada, sale de las sombras,
y dice algo así como: "¿Qué hay de nosotros, nena?"

Juliet dice: "¡Ah! ¡Es Romeo!, casi me matas del susto"
Él, bajo la ventana. Ella canta "¡Laralá! Mi chico ha vuelto"
No deberías venir por aquí, despertando a la gente con tus canciones.
De todos modos, ¿qué le vamos a hacer?

"Julieta, los dados estaban trucados desde el principio
y aposté y estallaste en mi corazón
y olvido, olvido la canción de la película.
¿Cuándo te vas a dar cuenta de que, simplemente, no era el mejor momento? Julieta"

Van por distintas calles, calles de vergüenza
ambas sucias, ambas vulgares, y el sueño era el mismo.
Y soñé tu sueño por ti y ahora tu sueño es real.
¿Cómo me puedes mirar como si yo fuera uno mas de tus líos?

Puedes ceder por cadenas de plata, puedes ceder por cadenas de oro,
puedes enamorarte de atractivos desconocidos y de sus promesas.
Tu me lo prometiste todo, me prometiste el oro y el moro,
y ahora sólo sueltas: "¿Romeo? Ah! Sí, tuve una historia con él."

Julieta, cuando hacíamos el amor solías llorar
Te decía: "Te quiero como a las estrellas del firmamento. Te querré hasta la muerte"
Hay un lugar para nosotros, ya conoces la canción
¿Cuándo te vas a dar cuenta de que no era el momento apropiado, Julieta?

No se hablar como lo hacen en TV
y no se hacer una canción de amor como se debería hacer.
No lo puedo hacer todo, pero haría cualquier cosa por ti.
No puedo hacer nada excepto estar enamorado de ti.

Todo lo que hago es extrañarte, y a la forma como estabamos juntos.
Todo lo que hago es mantener el latido y las malas compañías.
Todo lo que hago es besarte a través de los versos de un poema.
Julieta, haría las estrellas contigo en cualquier momento.

Julieta, cuando hacíamos el amor solías llorar.
Te decía: "Te quiero como a las estrellas del cielo. Te querré hasta la muerte"
Hay un lugar para nosotros, ya conoces la canción
¿Cuándo te vas a dar cuenta de que no era el momento apropiado, Julieta?

Romeo, enfermo de amor, canta una serenata callejera
deprimiendo a todo el mundo con su canción de amor.
Encuentra una farola apropiada, sale de las sombras,
y dice algo así como: "¿Qué hay de nosotros, nena?"

Romeo and Juliet, Mark Knopfler, 1980

domingo, 14 de octubre de 2007

Iluminado

Hace tiempo descubrí este libro en un puesto del rastro. En la portada hay una ventana con rejas, lluvia y un cielo dorado.


La luna de otoño es redonda como un espejo
E ilumina toda la tierra con sus rayos plateados.
Vosotros que disfrutáis del otoño en el seno
de vuestras familias,
Recordad a aquellos que en prisión beben
las heces de la miseria.

Diario de la Prisión
Ho Chi Minh

jueves, 11 de octubre de 2007

Amor y muchos amigos

Borracho hasta el amanecer, muy borracho hasta el amanecer.

jueves, 4 de octubre de 2007

Roy Orbison por Johnny Cash

Recuerdo cuando era pequeña y mi padre ponía el disco de Roy Orbison en la cadena del salón. Me dejaba ver la foto de ese hombre con gafas oscuras y entonces yo pensaba que era ciego porque en un incendio se quemó los ojos intentando salvar a sus hijos. No puedo escuchar a Roy Orbison sin acordarme de aquellas noches en las que yo miraba por la ventana y pensaba en mi abuelo.
Esto que dejo aquí es una preciosa historia de amor escrita por J.Cash.
En la foto de pie, de derecha a izquierda: Johnny Cash, Jerry Lee Lewis y Roy Orbison; al piano Elvis Presley.


"Amaba a Roy de verdad. Era un hombre amable y considerado, de naturaleza dulce y buen humor; también un tío divertido. Por eso las tragedias de su vida parecían tan injustas .Hablando de cosas malas que les pasan a personas buenas : no se me ocurre nadie que fuera mejor persona que él, y no puedo imaginar algo peor que tener que superar la pérdida de tus hijos sólo dos años después de la muerte de tu mujer.

Claudette Orbison fue su primera esposa , fallecida cuando ambos rodaban con sus motocicletas en 1966. Roy D. y Tony Orbison, los más pequeños de sus tres hijos, murieron cuando en 1968 se incendió su casa- que estaba al lado de la mía - mientras Roy estaba de gira en Europa. También yo estaba fuera en aquel momento.
...La casa quedó reducida a cenizas. Cuando Roy llegó sólo la chimenea seguía en pie.

June y yo cancelamos las actuaciones programadas y alquilamos un avión para regresar a casa sin demora, pero no había nada que pudiéramos hacer por Roy. Nos dijeron que no quería hablar con nadie, así que nos quedamos en casa hasta el funeral, mirando de vez en cuando a través de la ventana aquella chimenea ennegrecida.
Ni siquiera pude acercarme a Roy en el funeral-por vez primera en mi vida me había quedado totalmente sin palabras, sin gestos, nada....Pasó mucho tiempo hasta que volví a verle. Se había mudado a casa de sus padres, que vivían al otro lado de la carretera, y habían colgado el cartel de "No molestar"en el exterior...



Finalmente tuve que actuar. Crucé la carretera, le dije a su padre que tenía que verle y me dirigí a su habitación. Y ahí estaba: pálido como si también él hubiera muerto, sentado en la cama con sus gafas oscuras puestas, frente a un gran televisor con el sonido desconectado. No se levantó de la cama cuando entré....



En la siguiente ocasión que le vi había dejado la habitación y había decidido construir una nueva casa en un terreno adyacente al antiguo. Un día me acerqué hasta la obra y vi con satisfacción que casi volvía a ser el mismo de antes. Hablamos de la nueva casa, y entonces me dijo que le gustaría que yo y June nos quedáramos el antiguo terreno. Lo arreglamos y se lo compré, prometiéndole que nunca construiría nada en él, ni lo vendería, pese a que era la tierra más valiosa del vecindario. Le dije también que plantaría un viñedo y un huerto y que cada año las primeras frutas serían para él. Aquello le gustó; creo que le satisfazo saber que , donde habían muerto sus hijos, nunca se instalarían extraños."

De la Autobiografía de Johnny Cash

martes, 2 de octubre de 2007

Entre el asco y el miedo

Hoy el cielo está cargado de ranas, como en aquella película, se llamaba Magnolia. Sólo recuerdo que todos andaban perdidos y que hasta el cielo parecía empachado de tragar tantos sapos. Luego pensé en Boris Vian, en aquel título: "Que se mueran los feos". Sí, eso, que se mueran; Los feos, los que no importan, los que no dicen nada.



"Sigue un día monótono a otro día igualmente
monótono, idéntico. Las mismas
cosas sucederán de nuevo, una y otra vez-
las mismas circunstancias nos toman y nos dejan.

A un mes sigue otro mes igual.
Lo que vendrá fácilmente se adivina;
serán las mismas cosas de ayer.
Y el mañana nunca parece ese mañana."

Monotonía. Kostantino Kavafis