miércoles, 11 de marzo de 2009

Historia de una guerra

Estaba leyendo algo... y no quiero olvidarlo.Mi memoria es frágil y a veces resulta demasiado anárquica y estúpida, así que utilizo mi diario jam para combatirla."La mayoría de la gente en el mundo no tiene ni la más remota idea de que Sudán es escenario de una gran guerra...." No puedo copiar todo el libro de Kapuscinski pero hay algo que quiero dejar aquí, es una especie de resumen, retazos, pero creo que sirven para entender.sobre todo ya dije...recordar.


"Sudán fue el primer país africano que tras la Segunda Guerra Mundial obtuvo la independencia. Antes había sido colonia británica. Está compuesta por dos partes: el Norte, árabe-musulman y el Sur, negro-cristiano y animista. Entre estas dos comunidades imperaba un antiguo antagonismo, la hostilidad y el odio, porque los árabes del norte durante años habían invadido el sur con el fin de apresar a sus habitantes, a los que luego vendían como esclavos.
El norte de Sudán se compone del Sáhara y del Sahel, aunque es verdad que cubierto de arena y piedras, no se reduce a ellas . La superficie amarillo-dorada del Sáhara se extiende hasta el infinito. Y de pronto, en su mismo centro, vemos una franja ancha y de un verde intenso de campos y plantaciones bordeando el Nilo, que fluye por allí en meandros amplios y suaves.
En tiempos, estos campos ribereños daban vida a millones de fellahs árabes y a pueblos nómadas de la zona. Pero más tarde, a partir de la Segunda mitad del s.xx y sobre todo de la independencia, se aceleró el proceso de expulsión de los fellahs por parte de sus congéneres ricos de Jartum, los cuales junto con el generalato, el ejército y la policía, se fueron apoderando de las fértiles tierras del Nilo para convertirlas en plantaciones gigantescas de algodón, caucho, sésamo, todos ellos materia de exportación.
Los árabes sudaneses, expropiados, expulsados y despojados tienen que establecerse en alguna parte. Una parte de ellos engrosará las filas de un ejército cada vez más poderoso, otros las de la policía y al resto el régimen intentará mandarlos al Sur.
Los habitantes del Norte suman 20 millones y los del Sur alrededor de 6. Estos últimos se dividen en decenas de tribus que hablan lenguas diferentes y profesan religiones y cultos diversos. En ese multiétnico Sur, existen dos grandes comunidades, los dinka y los nuer. Los dinka y los nueros subordinan su vida a las exigencias y necesidades de sus vacas. Para existir, necesitan tener espacio, tierra sin fronteras , un horizonte abierto y amplio. Encerrados, enferman, se convierten en esqueletos, se consumen, mueren.
Los hombres del Sur no querían que en un Sudán independiente los gobernasen los hijos de los traficantes de esclavos. El Sur exigía una secesión, un Estado propio. El Norte decidió destruir a los rebeldes. Y empezaron las masacres.
A pesar de sus muchos años de duración, nunca he oído que alguien intentase escribir su historia. La guerra, incluso la más larga y grande, desciende de prisa a la zona de la no-memoria y cae en el olvido. ¿Documentos? Aquí jamás los ha habido. No existe la costumbre de escribir memorias ni diarios (muchas veces, las más, es que simplemente, no hay papel).
La guerra del Sudán con el tiempo degenera y se convierte en una contienda entre diversas castas militares en contra de su mismo pueblo. Todo esto ocurre en un país pobre, si alguien recurre a un arma lo hace , sobre todo, con el fin de rapiñar comida. Es una guerra por un puñado de maíz o un cuenco de arroz.
Tres tipos de fuerzas armadas participan en esta guerra: el ejército gubernamental dirigido por el presidente; los guerrilleros del SPLA y diversas formaciones del Sur que se han escendido del mismo; y las milicias, grupos paramilitares formados por hombres jóvenes (a menudo niños) procedentes del campo y dirigidos por jefecillos locales que dependiendo de la situación y posibles beneficios, colaboran con el ejército oficial o con la SPLA.
¿Contra quien van todos esos ejércitos que llevan tantos años luchando? A veces unos contra otros, pero las más de las veces contra su propio pueblo, es decir, contra los más indefensos: las mujeres y los niños. ¿Y por qué? ¿Acaso guía a estos hombres algun antifeminismo zoológico? Por supuesto que no. Atacan y expolian a los colectivos de mujeres con niños porque a ellos va dirigida la ayuda internacional, son ellos los destinatarios de los sacos de harina y arroz. Estos tesoros no siempre hay que arrebatárselos a las mujeres. Cuando un avión trae comida, basta con rodearlo y llevárselo todo.
El régimen de Jartum, hace hoy con los dinka y con los nueros lo que Stalin hizo con los ucranianos en 1932: condenarlos a la muerte por hambre.
La gente pasa hambre no porque en el mundo falte comida. La hay y mucha, de sobra. Pero entre los que quieren comer y los almacenes llenos se levanta un obstáculo muy alto: el juego poítico. Quien tiene armas, tiene comida, quien tiene comida , tiene el poder.
Nos movemos entre personas que no piensan en la esencia y la trascendencia ni en el sentido y la naturaleza del ser. Estamos en un mundo en que el hombre, arrastrándose y escarbando en el barro, intenta encontrar en él cuatro granos de cereal que le permitan vivir hasta el día siguiente"
"Y la gente, ¿dónde está?" de Ébano. Kapuscinski.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por la visita al RdH y los comentarios (altamente apreciados).

Es un auténtico privilegio contar con alguien como usted, SM, como visitante.

Sea buena.