miércoles, 28 de enero de 2009

Una época de sombreros

Estaba estudiando y entre biografías y densas (para mí) teorías, encontré esto.Me hizo reir y sobre todo me recordó a la forma de ser o de escribir de alguien, no sabría decir muy bien por qué. Quien sabe,será por el tratamiento? Espero que le guste*

Apreciado Russell:

Con ocasión de mi visita a su escuela, me dejé en su antesala mi único sombrero marrón presentable. Me pregunto si desde entonces habrá tenido el privilegio de rodear los únicos sesos de Inglaterra que de buena gana considero mejores que los míos, o si habrá sido utilizado en alguno de los juveniles experimentos de físisca, tecnología, arte dramático o simbolismo prehistórico; o si sencillamente desapareció de la antesala.
Si ninguno de estos hechos,o mejor podríamos denominarlos hipótesis, es cierto o tuvo lugar, ¿sería tan amable de enviarlo en un paquete postal, o por otra disimulada forma de transporte, a Londres y avisarme por carta de dónde podría reclamarlo? Lamento que mi abstraimiento, que es un rasgo de elevada inteligencia, le haya causado todas las molestias concominantes al suceso.
Espero verle alguna vez pronto.
Su seguro servidor,
B. Malinowski

Mi secretaria ha encontrado un sombrero marrón presentable en mi vestíbulo, que presumo es suyo; realmente su mera visión me recuerda a usted.
Voy a dar una conferencia en la School of Economics y, salvo que mi memoria sea tan mala y mi inteligencia tan buena como la suya, dejaré su sombrero al conserje de la School of Economics, diciéndole que se lo dé si usted lo pide.



1 comentario:

Anónimo dijo...

ínclita y bienquista
nada es casual... quizá...
el abstraimiento (que comulga en ocasiones con otros yerros) no se me antoja síntoma de inteligencia supina.
Bunbury avisaba en su gira del Hellville de Luxe: "hacen faltas más sombreros".
Espero contar con su presencia (con o sin sombrero) el 7/2.

abrazos (y rosas)