lunes, 26 de noviembre de 2007

Un deseo: magia


No sé como escribir este post. Solo quería contar que he ido al cine a ver Once. No sé como seguir. Tiendo a la exageración casi siempre, pero de verdad que es exagerado si digo que es la película más increíble que he visto en mi vida? La más bonita, la más de verdad. No es eso tampoco lo que quiero decir, ¿para que escribir este post entonces? Porque sí, porque algo se ha movido dentro, algo que tenía dormido. Porque la vida cada vez tiene menos que ver con una película y asusta pensarlo.
Es una película de amor, una historia de amor cantada. Y les oías cantar y les mirabas la cara y te entraban tantas ganas de llorar por todo lo bonito que estabas escuchando...
Y ya está, no quiero hablar más. Ha sido un buen día, con una luz preciosa.
Youtube es maravilloso, me ha regalado una de las escenas para enseñárosla.Y si podéis ir al cine a verla, no lo dudéis ni por un momento.Yo me hubiese quedado con Lucita toda la noche viéndola*




3 comentarios:

Gladys Pinilla dijo...

Ay niña que cosa mas lindas que me hase nomas que llorar y es que mi sobrina ahora me dise que se quedo preñada de mi marido y me pide la plata de la manutension.

Kurtz dijo...

El comentario de la tal Gladys es de "nota". Sobre todo muy apropiado.
Tomo "nota" e iré a ver la peli. Yo también toco la guitarra y (en soledad) suelo emocionarme como le sucede al tipo de la peli.

Anónimo dijo...

Qué barbaridad Señorita Gladys, o debo llamarla Señora, no me queda muy claro. Pues me deja usted sin palabras. Pues mucho ánimo y a salir corriendo*

Vale Coronel, ya me contarás qué te parece. Sí, sí, pero a que no tienes unas patillas tan estupendas?