lunes, 30 de julio de 2007

Pensamientos: viejos fantasmas

Hoy se ha muerto Ingmar Bergman, me enteré por el blog de Desconvencida. En la oficina una mujer no paraba de hablar cuando eché un vistazo a la pantalla del ordenador y allí estaba: se ha muerto Bergman. LLamé a mi padre, sabía que él también lo sentiría.

El miedo a la muerte es el miedo al olvido. Pensé que Bergman habría muerto tranquilo.


"La voz canta: Some of these days You"ll miss me honey...Quizá la cantante haya muerto...pero detrás de lo existente que cae de un presente a otro, sin pasado , sin porvenir, detrás de esos sonidos que día a día se descomponen, se descascaran y se deslizan hacia la muerte, la melodía sigue siendo la misma, joven y firme, como un testigo despiadado.

...Canta. Dos que se han salvado: el judío y la negra. Salvado. Quizá hasta el fin se hayan creído perdidos, ahogados en la existencia. Y, sin embargo, nadie podría pensar en mí como yo pienso en ellos, con esta dulzura. Nadie, ni siquiera Anny. Para mí son un poco como muertos, un poco como héroes de novela: se han lavado del pecado de existir. No por completo, claro, pero tanto como puede hacerlo un hombre.

...La negra canta. ¿Entonces es posible justificar la propia existencia? ¿Un poquitito?...
¿No podría yo intentar...? Naturalmente, no se trataría de una música..., ?pero no podría , en otro orden?... Tendría que ser un libro; no sé hacer otra cosa. Pero no un libro de historia; la historia habla de los que han existido, un existente jamás puede justificar la existencia de otro existente. Otra clase de libro . No sé muy bien cuál , pero habría que adivinar, detrás de las palabras impresas, detrás de las páginas, algo que no existiera, que estuviera por encima de la existencia. Por ejemplo, una historia que no pueda suceder, una aventura. Tendría que ser bella y dura como el acero , y que avergonzara a la gente de su existencia.

Me voy, me siento vacuo. No me atrevo a tomar una decisión. Si estuviera seguro de tener talento... Un libro. Una novela. Y la gente leería esa novela y diría : la escribió Antoine Roquentin... y pensarían en mi vida como yo pienso en la de esa negra: como en algo precioso y semilegendario. Un libro. Naturalmente, al principio sólo sería un trabajo aburrido y fatigoso: no me impediría existir ni sentir qur existo. Pero llegaría un momento en que el libro estaría escrito, estaría detrás de mí y pienso que un poco de claridad caería sobre mi pasado. Entonces quizá pudiera, a través de él, recordar mi vida sin repugnancia. Quizá un día pensando precisamente en esta hora, en esta hora lúgubre en que espero, agobiado , que llegue el momento de subir al tren, quizá sienta que el corazón me late más rápidamente, y me diga: fue aquel día, aquella hora cuando comenzó todo. Y llegaré- en el pasado, sólo en el pasado- a aceptarme".

La náusea de Jean- Paul Sartre.

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