viernes, 31 de octubre de 2008
domingo, 26 de octubre de 2008
sábado, 25 de octubre de 2008
martes, 21 de octubre de 2008
lunes, 20 de octubre de 2008
domingo, 12 de octubre de 2008
sábado, 11 de octubre de 2008
y cerrar los ojos...
Es viernes y estoy en casa, me he tragado la peor peli del mundo y hasta me ha dado pena que se acabase. No deberían hacer pelis de amor tontas con finales tristes, para qué está el cine si no... Probablemente no sea buena idea escribir hoy, no está bien autocompadecerse. Solo es que es viernes y de noche y yo aquí como una abuela, con mi mantita y mis ejercícios de Excel, mañana será Access, depués más Excel...
Me encantan las mantas con cuadros escoceses. La que más me gusta es una que hay en casa de mis padres que la compraron en Escocia. Me gusta porque pesa y abriga como ninguna otra.
Los días duros de invierno, sueño con una casa pequeñita en las montañas, con chimenea y un sofá chiquitito. Con una ventana muy grande que me deje ver los árboles, y leer y ver películas. Si algún día alguien quiere ver las películas conmigo tendrá que apretujarse mucho junto a mi. También podría leer en el sofacito tumbado como yo pero apoyando su cabeza en el otro extremo del sillón y así tendríamos las piernas muy juntitas y los pies siempre calientes.
Publicado por Ninotchka en 0:25:00 1 comentarios
lunes, 6 de octubre de 2008
Pozuelo- Príncipe Pío: billete de ida y vuelta
La siesta con Lucky Luke
Hay un billete de tren en mi libro de lectura. Mi tío. Cuando era pequeña, mi tío, aún soltero venía a comer todos los sábados para vernos. Recuerdo mejillones de aperitivo y un regalo. Un comic de Tintín o unos de esos muñecos pequeños de goma para mi colección. Todos los personajes de Barrio Sésamo, hasta Drácula con sus murciélagos incluido.
Siempre, como si de una tradición se tratase, mi tío escondía aquel muñeco por cualquier rincón de la casa y yo a veces pasaba el sábado entero para encontrarlo, como un pirata con su tesoro.
Le recuerdo llegando a la estación con un libro en la mano recién forrado con el antiguo papel de La Casa del Libro; un papel marrón cartón con las letras en oscuro y de separador su billete de tren de Ida y Vuelta.
Siempre, como si de una tradición se tratase, mi tío escondía aquel muñeco por cualquier rincón de la casa y yo a veces pasaba el sábado entero para encontrarlo, como un pirata con su tesoro.
Le recuerdo llegando a la estación con un libro en la mano recién forrado con el antiguo papel de La Casa del Libro; un papel marrón cartón con las letras en oscuro y de separador su billete de tren de Ida y Vuelta.
"¿En cuantas ocasiones te vendrá a la memoria aquella tarde de tu infancia?, una tarde que ha marcado el resto de tu existencia, una tarde tan importante que ni siquiera puedes concebir tu vida sin ella."
Publicado por Ninotchka en 23:40:00 1 comentarios
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