jueves, 1 de mayo de 2008

El corazón de la ciudad

Ayer volaron por la calle Atocha todos mis apuntes de Financiero, todos los test con las soluciones que tenía que estudiar de aquí a una semana. Mi examen es ya, es raro, ni siquiera lo parece. Pues eso, que volaron todos por culpa de mi estúpida manía de salir corriendo semáforo en ambar. Y los coches pasaron pisoteándolos, esparciéndoles calle arriba mientras Elena y yo los mirábamos sin poder hacer nada para evitar el desastre.

A vecess se oye decir que las personas aparecen cuando las necesitas,que el mundo entero se mueve por ti cuando pides ayuda. Y no hice falta decir nada, el semáforo volvió a ponerse en rojo y la gente salió corriendo en busca mis hojas esparcidas, una pareja, unos señores, un mendigo, no fui capaz de verles a todos. Muchas gracias decía yo. La lengua a veces es insuficiente, una expresión es utilizada para demasiadas cosas, eso hace que pierda el verdadero significado.
Mis apuntes ahora son grises y con ruedas de coches marcadas. Ahora son los apuntes más bonitos que he tenido nunca.*