Es hora de irme a dormir.Mañana madrugo por trabajo, eso no impediría quitarme horas de sueño a cambio de unas buenas cervezas en cualquier terracita de Lavapiés perooo.... después del trabajo viene el estudio, y por eso debo de estar descansada.
Desde hace ya unos meses que todas las mañanas tengo la misma sensación de estar perdiendo el tiempo, horas que nunca fueron más valiosas, necesito más días, más horas de luz. Antes pensaba en cúando llegará el fin de semana, ahora me alegro al saber que todavía es martes porque eso significa que me quedan muchas horas para que me cunda en mi querida biblioteca. Pero hoy me siento aquí, en esta mesa, je* para decirme a mi misma... Echo de menos el verano, lo echo de menos de verdad, esa sensación de libertad y de juventud, sin ataduras, vivir el día a día como si algo pudiese pasar en cualquier momento. Echo de menos el no mirar la hora, el no medir el tiempo.
No llevo reloj, no me gusta llevarlo. Durante una época me entristecía ver a Mario mirar el reloj y decir "llego tarde, me tengo que ir". Yo, que me hubiese quedado todo el tiempo del mundo a su lado, yo que sentía que no había nada más importante; qué inconsciente!
Tengo que acostarme, en fin. Me sobra el trabajo, no le encuentro ningún sentido, me asusta no encontrárselo, si no apruebo algo dentro se va a romper del todo porque ya está roto. Necesito crecer, salir de aquí, crecer por dentro.
Ya no me valen las mismas cosas de antes.